sábado, 28 de marzo de 2020

LA VIRUELA. LA PANDEMIA EN LA QUE ESPAÑA SALVÓ AL MUNDO.

El Ministerio de Defensa ha denominado a la operación o “guerra” de confinamiento contra el COVID19 como “Operación Balmis”.
 Pero ¿quién fue Francisco Javier Balmis?. Fue un médico militar alicantino, nacido en 1753 y cirujano de Carlos IV. Se especializó en la investigación de enfermedades venéreas. Difundió en España la vacuna contra la viruela, descubierta por el inglés Jenner.

 En 1803 el Rey decidió realizar la «Real Expedición Filantrópica de la Vacuna». Según Voltaire, en aquella época, «al menos un 60% de la población estaba afectada por la enfermedad y un 20% moría a causa de la misma». En aquella época, los mayores avances científicos sobre inoculación se desarrollaban en el Imperio Otomano. Con esos conocimientos, el médico inglés Jenner observó que las lecheras que alguna vez se habían infectado con la «viruela bovina» no se infectaban luego con la «viruela humana». Esta viruela que afectaba a las vacas era menos intensa que la que afectaba a los humanos. Combinando sus observaciones con los adelantos en inoculación de los otomanos, el doctor decidió hacer experimentos con humanos. Tal era la mortandad que causaba la viruela que poco importaba que en dichos experimentos muriesen algunos mas.

 El trabajo consistió en utilizar a una mujer que se había infectado con el pus de las ampollas de una vaca. Raspó las pústulas (bolsitas de pus) de la señora y ese líquido lo untó en los brazos de un niño. Le inoculó el virus, en su versión menos agresiva (bovino) y con ello, el niño se inmunizaba frente a la versión mas agresiva. Era el año 1796. Fue Pasteur quien, en 1881, propuso la denominación de «vacuna», por el origen del animal, la vaca, y en homenaje al Dr. Jenner.

 Volviendo a la Expedición Filantrópica española, de 1803. Nos encontramos con el problema de cómo trasladar la «vacuna» desde España a América y las Islas Filipinas, ya que el problema era que el virus solo sobrevivía unos días inoculado, al no tener sistema de refrigeración. Y aquí aparece “el loco” de Balmis con una idea que los demás médicos de la Corte calificaron de descabellada e irrealizable. Balmis convenció al Rey, muy sensibilizado por haber perdido una hija por esta causa (la Dama Negra o viruela) y decidió financiar la expedición que debía llevar la cura a los demás continentes. Asistido por una mujer, que también pasaría a la Historia, llamada Isabel Zelanda, embarcaron en La Coruña con 22 niños huérfanos. A estos niños se les llamaría los «niños vacuna» porque conformarían una «cadena humana». Hay que tener en cuenta que el periodo de incubación de la enfermedad era de 10 días. Así que cada 10 días se inoculaba la enfermedad a dos niños (por si alguno moría que no se rompiera la cadena). Consiguieron llegar y una vez en América comenzaron lo que se llamaron las «brigadas sanitarias», vacunando e instruyendo a los médicos, tanto de las colonias españolas como las del resto de países europeos. Los niños, menos uno que falleció, fueron adoptados por familias mexicanas. Seguidamente, continuaron la experiencia hacia Filipinas, con otros 26 huérfanos reclutados de orfanatos americanos. Consiguiendo de esta forma erradicar la viruela en todo el mundo.

 Hasta aquí la Historia, desgraciadamente desconocida para todo el mundo, incluso para los españoles.

 ¿Qué enseñanza se puede sacar de esta Expedición?. En primer lugar que en momentos de gran incertidumbre y dramatismo siempre aparece el genio y la grandeza humana para traernos una solución. Yo añadiría que frente a los que hoy en día ejercen presión para que nadie hable ni cuestione las decisiones de los «expertos» ni las del gobierno, decirles que si Balmis se hubiese dejado intimidar por la «comunidad científica» y si Carlos IV no se hubiese arriesgado en una empresa incierta, aquella pandemia que asolaba al mundo entero desde hacia siglos, no se hubiese atajado de la forma en que se hizo, sirviendo además como ejemplo de otras «expediciones científicas» que a lo largo de todo el siglo XIX se prodigaron por parte de todos los países avanzados de la época.

 Es curioso que es a través de la sangre de aquellos niños como se logró aquella hazaña. Igual, ahora también esta la solución en el plasma y los anticuerpos de los que han superado la enfermedad, obteniéndose un «virus atenuado» que sirva como vacuna universal.

 Finalmente algunos datos económicos de la actualidad. El pasado mes de mayo, el magnate George Soros invirtió la nada despreciable suma de 42,75 millones de dólares en una poco conocida empresa catalana-española: Grifols.   https://www.lavanguardia.com/economia/20190523/462420085649/george-soros-grifols-cataluna-inversion-empresa.html

 En esta misma noticia, cuyo enlace adjunto, ya se decía que estaban en conversaciones con una empresa china para que también entrara en su accionariado, hecho que se ha confirmado hace solo unos días, ayer mismo aparecía en la prensa la noticia de que Grifols se convertía en el mayor accionista de la empresa china Shanghái Raas. (también adjunto enlace).    https://www.lavanguardia.com/economia/20200327/48112766355/grifols-shanghai-raas.html

 ¿Saben ustedes a que se dedica Grifols?. Es el mayor fabricante mundial de «plasma sanguíneo». Y ya solo faltaría una pata para el banco, que también los EEUU estuvieran en el negocio de Grifols. Y, efectivamente, hace solo unos días han firmado un acuerdo para investigar una posible vacuna con plasma sanguíneo a partir de enfermos «curados» y que habían sido afectados por el COVID19. (Adjunto enlace a la noticia).    https://www.expansion.com/empresas/2020/03/25/5e7bb9cd468aebf4458b45d9.html

 Hay mucha gente “haciéndole la ola” a los gobiernos para que nadie piense ni hable. A mi no me extraña, no hay nada que produzca mas miedo a los gobiernos que la «Libertad de Pensamiento», leed la Historia.

«La casualidad no es, ni puede ser más que una causa ignorada de un efecto desconocido». Voltaire.

Luis Faraco Roldán

domingo, 22 de marzo de 2020

¿MOMENTO PARA UN GOBIERNO DE SALVACIÓN NACIONAL?.



“No se necesita valor para hacer una cosa cuando es lo único que puedes hacer, sentenciaba John Steinbeck en la voz de uno de sus personajes de la novela Las uvas de la ira”.

Pues bien, Pedro Sánchez y el PSOE tienen ante sí una crisis sanitaria, económica, social y política como jamas, ni en las peores pesadillas soñaron.

Ya se que a todos nos preocupa sobremanera la crisis sanitaria, y nuestros irresponsables gobernantes, sabedores de esa preocupación, piden unidad de acción de todos los partidos y lanzan un eslogan, “de esta salimos juntos”. Muy bien, salvo un detalle importante que todos vimos el pasado miércoles y confirmamos el jueves. El ala de “ultra izquierda” del gobierno, mientras Sánchez pide unidad, ellos siembran división y odio entre la población, importándole un rábano los miles de muertos y los centenares de miles de afectados por el virus. Es más ellos están convencidos que este virus y está crisis sin precedentes supone la “mejor oportunidad” para su famoso “asalto a los cielos”.


El miércoles vimos la campaña lanzada por todos los tentáculos de Podemos para, aprovechar la loable y espontánea iniciativa ciudadana de salir a los balcones aplaudiendo a los “heroicos sanitarios”, para pedir una “cacerolada” a la hora que SM el Rey se diría a los españoles por TV.

El jueves, Pablo Iglesias, saltándose por segunda vez la orden de cuarentena, dijo que esa cacerolada era un acto de libertad de expresión que le emocionaba, en una múltiple muestra de deslealtad a nuestra Constitución, al Rey que ratifico su nombramiento y al Presidente Sánchez que lo designó.

Por supuesto que estos extremistas de Podemos en su ensoñación demuestran, aparte de deslealtad, incapacidad y desconocimiento de la sociedad que pretenden dirigir y que jamas se dejara engañar, como hicieron, con sus mentiras, venezolanos, bolivianos, ecuatorianos, nicaragüenses y mexicanos. 

Si Sánchez y el PSOE no rompen inmediatamente sus lazos con esta extrema izquierda, trasnochada y criminal, a la que no le importa para nada España, unirán su destino al de ellos de una forma inevitable.

Están a tiempo de destituirlos y constituir un Gobierno de Salvación Nacional con todos los partidos que estén dispuestos a ser leales a ese bello eslogan: “de esta salimos juntos”. Nunca ha sido más necesario y oportuno el momento para este GOBIERNO, y el tiempo se acaba.

Luis Faraco Roldan

EL VIRUS Y LO IMPORTANTE.

Un microscópico virus ha puesto “patas arriba” toda la edificación artificial, superficial e inútil con el que “viejo capitalismo” y sus derivados y válvulas de escape nos querían “aleccionar y doblegar” con lo “políticamente correcto”. Si, esas válvulas de escape son los partidos populistas de cualquier signo, creados para encauzar a los “indignados”.
Cuando algunos, incluyendo unánimemente a la RAE, protestábamos contra la imposición “cateta” del lenguaje inclusivo, inmediatamente nos saltaban a la yugular con la socorrida y manida acusación de “facha” y/o “machista”. Con esa dictadura de lo políticamente correcto acallaban a una inmensa mayoría de ciudadanos y aterrorizaban a la casi totalidad de la “casta política”, desde la derecha hasta la extremísima izquierda.
Hace apenas semanas la mayor parte de la prensa “perseguía” a través del Océano Atlántico y hasta Madrid a una niña llamada Greta que estaba siendo utilizada por sus padres y por el lobby verde.
Solo he querido poner 2 ejemplos, de los muchos que podría, para que comprobemos que cuando se nos presenta un “problema de verdad” desaparecen todos los ficticios “fabricados” interesadamente por los grupos de intereses y de presión.
Solo los más necios, que los hay y muchos en nuestra clase política, pueden pensar que tras el virus reanudaremos todos los asuntos y presupuestos pendientes y suspendidos durante la pandemia. Yo ya les digo que están equivocados totalmente.
Este virus no solo se va a llevar por delante la salud y la vida de millares de personas. No solo se va a llevar millones de puestos de trabajo y va a empobrecer a la sociedad en general. Este virus se va a llevar por delante una forma de ser y hacer política. Nos va a cambiar el código de valores y las prioridades. Nos está mostrando cuán inútiles eran, y aún son, los planteamientos de una cohorte de nuevos políticos que en cuanto han tocado poder nos han mostrado su inmoralidad y su incapacidad. Porque cuando se pone en juego nuestras vidas, dejan de ser importantes discursos de división y “luchas de clases” trasnochadas y que solo siguen existiendo en las mentes enfermas de una minoría.
Ya he escrito lo curioso y adaptable del lenguaje de estos políticos. Ni el presidente ni el vicepresidente nos hablan de “contagiados y contagiadas”, “enfermos y enfermas”, “muertos y muertas”, en una demostración palpable de que cuando las vidas se ponen serias el lenguaje no admite frivolidades. 
Espero que a la pobre Greta no la hayan convertido en un “juguete roto”. Aunque supongo que poco les importa. Al fin y al cabo, para ellos lo único que importa es el beneficio y la manipulación que les reporte réditos electorales y cuotas de poder.
En fin, espero y deseo que cuando nos sacudamos esta pesadilla de pandemia también podamos sacudirnos esa otra enfermedad que se estaba convirtiendo en epidemia de simplicidad, vulgaridad e inoperancia, que es el populismo soez y parásito.
Luis Faraco Roldan

viernes, 13 de marzo de 2020

LAS CRISIS CITAN A LOS GOBERNANTES CON LA HISTORIA.



 A los que nos apasiona la Historia, sabemos que hay momentos y situaciones que hacen emerger a los verdaderos lideres (prohombres que se decía antes) y, esos mismos momentos también nos sirven para ver la incapacidad, indignidad y pequeñez de otros.

 Sin esos momentos decisivos, muchos personajes mediocres habrían pasado sin pena ni gloria pero siempre nos habrían dejado la duda de su capacidad, porque la Democracia, este sistema que heredamos de los griegos y que no conseguimos perfeccionar tras 2.500 años de ensayos, periódicamente nos pone ante nuestras propias miserias y nos hace que votemos y respaldemos a aquellos que no nos ponen en evidencia ante nosotros mismos, vamos, que votamos a los que mas identificamos con nuestra propia mediocridad.

 En los años 30 del siglo pasado, se dieron cita múltiples acontecimientos trascendentales que pusieron de rodilla a la mayor parte de los países occidentales, los mas industrializados y avanzados económica y socialmente en aquel momento. Tras los felices años 20 y el periodo de entreguerras, donde todo parecía fluir en paz y alegría, todo se precipitó hacia un profundo pozo, tras la Gran Depresión de octubre de 1929. Esta crisis económica supuso una prueba de fuego para los gobernantes y sus asesores económicos. Pocos hicieron caso a Keynes y su receta precursora de la posterior socialdemocracia, tampoco pensaron que estrangulando a Alemania, con la imposición de sanciones derivadas del Tratado de Versalles, estaban alimentando a un “dragón dormido” y dándole los motivos y argumentos para rearmarse e incumplir las condiciones “draconianas” impuestas por los vencedores. En ese estado de cosas nos encontramos con unos lideres políticos que difícilmente olvidaremos: Mussolini, Hitler, Stalin, Churchill, de Gaulle, Roosevelt, Truman, etc. Pero también hubo otros, que no los recordamos tanto: Chamberlain, Lebrun, Daladier, etc..
 A los primeros los recordamos porque, independientemente de que nos sintamos o no identificados con ellos y/o sus ideas, fueron capaces de crecerse ante la adversidad y han pasado a la Historia por sus decisiones, erróneas o acertadas. Pero hoy me voy a referir a los otros, a los relacionados en segundo lugar, y especialmente a Chamberlain.
 Miren ustedes, Chamberlain, fue presidente del gobierno británico entre 1937 y 1940, unos años decisivos para el devenir de Europa, y todos sabemos lo que pasó en 1939 y previamente en España de 1936 a 1939. En estos dos “acontecimientos históricos” este señor tuvo una participación decisiva y en los dos acontecimientos adoleció del mismo problema, su cobardía a la hora de tomar decisiones de gobierno. Ha pasado a la Historia por ser el ideólogo o, al menos el que puso en práctica, la “política de apaciguamiento”, respecto a la Alemania nazi y la Conferencia de Múnich de 1938. En esta Conferencia, el y su homólogo francés Daladier aprobaron la incorporación de los Sudetes (Checoslovaquia) a Alemania y todo para no “enfadar” a Hitler y así evitar la guerra. La consecuencia de esa claudicación fue la posterior invasión por parte de Alemania del resto de Checoslovaquia, ante la pasividad y cobardía de aquellos gobernantes que no estuvieron a la altura de la Historia.

 He querido hacer esta larga introducción para que entiendan lo que siento, en estos momentos ante la dubitativa forma de gobernar de Pedro Sánchez y su “escondido” vicepresidente Pablo Iglesias. Y no me sirve que me digan que el segundo esta de cuarentena por el coronavirus, porque no esta imposibilitado y para eso esta el tan denostado “plasma” que es a través del que se comunica su presidente Sánchez.
 Desde que se inició la “crisis del Coronavirus” hemos asistido al mayor cúmulo de desmanes que puede cometer y mal gobernante y en el menor tiempo posible.
 Hoy es viernes 13 de marzo de 2020. Aunque parezca una eternidad, solo han pasado 5 días de las manifestaciones masivas del 8-M convocadas por los partidos y asociaciones feministas en toda España. El viernes pasado habían 350 afectados y 8 muertos en toda España y nuestro gobierno animaba a la gente a salir a las calles y plazas a manifestarse, a pesar de que tanto la OMS como los gobiernos de Italia y China ya estaban advirtiendo que había que evitar las aglomeraciones y concentraciones de personas. En estos momentos hay 4.505 infectados y 121 muertos, esa irresponsabilidad ha multiplicado el numero de afectados por 13 en 5 días y por mas de 15 los muertos.  Pero primó su “ansia electoral” por encima de su “responsabilidad gubernamental” y sobretodo tenían que dejar claro que la calle y el feminismo era de “ellos” y no de las demás mujeres (¡No bonita, no!!). Solo por ese acto de irresponsabilidad ya tendría que haber dimitido el gobierno en pleno y haberse formado un “Gobierno de Emergencia Nacional”. Pero lo peor estaba por llegar. Hemos tenido al gobierno escondido y, por su propia irresponsabilidad, parte de ese gobierno, en particular dos mujeres ministras, infectadas por el coronavirus, seguramente el 8-M. Ayer, por fin, salió el presidente, mas solo que la una, a no decir nada o, lo que es peor, a crear mas desconfianza aún y a generar mas miedo e incertidumbre. Se limitó a decirnos que “adoptarían las medidas que fuesen necesarias, en el momento que fuese necesario”, pero no detalló cuales serian esas medidas. ¡Todo patético!.
 Parecía imposible superar el “esperpento” pero, hoy, ha sido ampliamente superado. Convocó, nuestro presidente, a todos lo medios de comunicación a través de las redes y sin presencia de periodistas a las 14:30. Todas las cadenas nacionales y autonómicas conectaron a esa hora, cual ¡Haló Presidente! venezolano, pero no apareció hasta una hora después, generando mayor incertidumbre y desasosiego en la población en general, como es lógico. Pues bien, cuando por fin aparece, nos dice, sin mirar a la cámara, que “mañana nos va a anunciar la aprobación en Consejo de Ministro de la declaración de Estado de Emergencia en todo el territorio nacional”. Es decir del esperpento hemos pasado, hoy, a lo kafkiano. Y mientras tanto, hoy viernes, con todos los escolares sin clases hasta dentro de dos semanas, se ha producido una desbandada desde Madrid y otras ciudades hacia las playas que es justamente lo menos indicado en estos casos, en el que los científicos nos piden que estemos recluidos en nuestras casas como única forma de evitar la dispersión y el contagio del virus.

 Yo sé que los hooligans de este gobierno dirán que ya he pedido en varias ocasiones que dimita y yo creo que me quedo corto. Si alguna vez la Justicia analiza los hechos que aquí, sucintamente he narrado, es muy posible que existan motivos para perseguir penalmente a este gobierno pleno, por haber puesto en riesgo la salud y la vida de los ciudadanos a los que estaban obligados a defender y proteger.

Todas las formas de gobierno son valoradas exclusivamente en la medida en que tienden a promover la felicidad de quienes bajo ellas viven. -Adam Smith-
LUIS FARACO ROLDAN