Desde hace tiempo se viene observando un retroceso peligroso en la política española, en la hispanoamericana y, en menor medida, en la europea.
A raíz de la crisis financiera y económica, iniciada en 2008, es cierto que la “indignación” de sectores juveniles, a los que se sumaron personajes de todo tipo, que se sentían frustrados en sus aspiraciones vitales, generaron un clima social y un adecuado caldo de cultivo para que aparecieran los extremismos que siempre han llevado a Europa y España al enfrentamiento, la guerra, la ruina y la muerte.
Igual que ha ocurrido en otras crisis, a lo largo del último siglo, los países activaron los sistemas sociales del “Estado del Bienestar” y con importantes coberturas sociales, se fue recuperando la economía, el empleo y la vida. Mala noticia para las ideologías extremas que viven del “shock” y de los pobres. Se diría que “aman tanto a los pobres que los multiplican” para sobrevivir ellos a su costa.
Cuando llegó la actual pandemia, de nuevo estas “ideologías carroñeras” vieron un filón para aplicar sus tácticas políticas y sus experimentos sociales, derivados del “análisis dialéctico marxista” que consiste en “crear un problema, del problema una reacción de miedo, del miedo la histeria colectiva y ya tienen a la gente, no solo aceptando una limitación de sus derechos, sino rogándola”. Consiguen implantar el totalitarismo “a petición” del pueblo. ¡Hay que reconocerle a Marx, aunque copiado de Hegel, que el experimento social es magnífico!.
Pero, de nuevo, el “Estado del Bienestar” vuelve a funcionar y ayudando a los necesitados e invirtiendo en investigación, ha conseguido “en tiempo record” múltiples vacunas que son “las verdaderas salvadoras” de las vidas y la economía. Demostrándose que la “Democracia Liberal” funciona y no existe comparación posibles con los modelos “comunistas” que tanto anhelan algunos y, que a la vista esta, como afrontan las verdaderas necesidades y las tragedias sobrevenidas.
Todo esto es un desastre para los que viven del “enfrentamiento social” inventado y así lo indican las encuestas, que reducen a la insignificancia y, en las zonas mas avanzadas económica y culturalmente, los llevan a la práctica desaparición representativa, demostrándose que los ciudadanos, una vez que han experimentado lo que es vivir en libertad, es muy difícil que sean engañados por mucho tiempo.
El adelanto electoral en la Comunidad de Madrid y el muy previsible adelanto de las Elecciones Generales a finales de este año o principios del próximo, ha supuesto un “toque de arrebato” en el populismo patrio, pues lo coge en su peor momento de aceptación política y acuciado por los escándalos económicos y de supuesta corrupción.
Esto ha provocado que su “Único Líder” (ha eliminado toda contestación interna, como es típico en el “popu-comunismo”) haya tenido que bajar de su pedestal de Vicepresidente de no se sabe qué y pisar la arena política. Una arena política que, como ya se ha apuntado, quiere convertir en “fango político”. Demostrando que no se fía de nadie, ni cree que nadie en Podemos tenga capacidad. Llevado por su “narcisismo” cree que tiene que ser cabeza de cartel de todo (gobierno, comunidad autónoma, alcaldía, comunidad de vecinos, etc.).
Vamos a tener que asistir, salvo que los demás partidos y la prensa no se presten a ello, a una campaña “sucia” de descalificaciones, de amenazas, de ataques desaforados y de consignas “guerra civilistas”, como si fuese una “Pasionaria” del siglo XXI y escucharemos:
¡Viva el Frente Popular! ¡Viva la unión de todos los antifascistas! ¡Viva la República del pueblo! ¡Los fascistas no pasarán! ¡No pasarán!»
¡Uníos Hermanos Proletarios! (UHP).
O cosas peores, ya verán.
Pero yo creo que se va a equivocar y el maduro y formado pueblo de Madrid le va a responder adecuadamente en las urnas el 4 de mayo, próximo. Porque estamos en 2021 y no en 1934-1936 como nos quieren hacer retroceder algunos, en busca de su propio y homicida beneficio.
“Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo.
Puedes engañar a algunos todo el tiempo.
Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”. Abraham Lincoln.
LUIS FARACO ROLDÁN
