miércoles, 15 de abril de 2020

LA ESPIRAL DEL SILENCIO.

Ayer vi como una persona, conocida desde mi infancia, muy identificada con la izquierda política, se atrevió a publicar en Facebook una crítica a Pablo Iglesias: 

«Con más de 18.000 muertos y a algunos ministros les importa un huevo y se preocupan, no de salvar vidas, sino de celebrar la II República, ole tus cojones Pablo Iglesias, así se lleva un país adelante, arrastrando muerte y miseria y viviendo en el pasado. Como tu y la cajera tenéis de todo, a los demás que nos den por culo.
Ahora es cuando me has convencido».

 De inmediato, se abalanzaron contra ella, como una jauría de lobos hambrientos los “guardianes de la fe y del dogma” izquierdista y pro gubernamental, en un intento de ridiculizar lo que simplemente era una opinión libre y sentida. Pero para estas kamikazes el único objetivo era conseguir la rectificación, el arrepentimiento y un acto público de “contrición” y, finalmente la eliminación de ese “libre pensamiento” que iba contra la ortodoxia imperante.

 Lo primero que tengo que hacer es felicitar a la protagonista de tamaña gesta en los tiempos que corren, con la que me siento plenamente identificado. Pero acto seguido me vino a la cabeza un libro, publicado en 1977 por Elisabeth Noelle-Neumann: La Espiral del Silencio.

 En este estudio la autora nos viene a decir que la mayoría de la gente adapta su discurso e incluso su opinión a “la idea predominante” en la sociedad en que se encuentra. Es una forma de conseguir la aceptación social y evitar ser señalado, atacado y menospreciado por emitir opiniones “propias” diferentes a las “impuestas a la sociedad”, lo que hoy se denominaría “políticamente correcto”. Y ¿quién impone esta idea o conjunto de ideas dominantes?. Pues fundamentalmente los medios de comunicación y más específicamente las televisiones.

 Esta es una teoría que se estudia en Facultades de Ciencias Políticas, Sociología y Periodismo. Si tenemos en cuenta la formación académica de los actuales dirigentes de Podemos, no es de extrañar que, ya desde hace 5 años, Pablo Iglesias reclamara para sí el control de Radio Televisión Española y del C.N.I. (Centro Nacional de Inteligencia). Con estos dos órganos se garantizaba la “fabricación y difusión” de las “ideas dominantes” y con el C.N.I. espiaba a la totalidad de la población y, mas importante aún, se enteraba de que o a quien estaban “espiando” estos organismos a los que antes denominaba “las cloacas del Estado”. 

 En virtud del pacto con Pedro Sánchez, tras obtener el peor resultado desde su fundación en 2014 (pasó de 69 escaños en 2015 a 32 en 2019), con una caída del 54% en el numero de escaños en solo 4 años, a pesar de haber absorbido al Partido Comunista y resto de partidos de Izquierda Unida, se hacía con la Vicepresidencia “social” y con RTVE y el C.N.I. (mediante Decreto Ley, aprovechándose del Estado de Alarma impuesto), además de controlar a los medios “privados” embadurnándolos con “dinero público”, como es escandalosamente patente en estos momentos. Principalmente con la totalidad de televisiones, a las que ha repartido 15 millones de euros, directamente, aparte contratos de publicidad, etc..

 Una vez controlados los medios de comunicación, comienza a imponerse “la espiral del silencio”. Los que defienden opiniones “aparentemente minoritarias” (los medios repiten y magnifican unas y esconden otras) caen en la espiral del silencio por miedo a significarse públicamente. Ellos mismos se callan y ocultan sus ideas y opiniones. Por el contrario, la corriente “aparentemente dominante” cuenta con adeptos que no ocultan su adhesión públicamente. La teoría, nos dice su autora, parte del principio psicológico del “miedo al aislamiento”. De esta forma, mediante la espiral, se incita a otros individuos a seguir la opinión mayoritaria y aceptada socialmente, al mismo tiempo que imponen el rechazo a la opinión contraria o “diferente”. Solo los “duros de espíritu” persistirán en su opinión.

 En definitiva, lo que persigue la espiral es el silenciamiento de las opiniones molestas para quienes controlan e imponen “la moral dominante”, aunque nos parezca algo muy anticuado, al fin y al cabo una de las fuentes de inspiración es Nicolás Maquiavelo y su idea de que “el fin justifica los medios”. Así, es fundamental ejercer una presión tiránica sobre los “individuos fuertes” y nada mejor que propiciar que esa presión la ejerzan amigos y familiares próximos. Todos hemos escuchado de nuestras madres y seres queridos aquello de “no te señales”, “¿tu que necesidad tienes?”, “cállate y no te signifiques”, etc. etc.

 Lógicamente, esta teoría se lanzó en un momento en el que no existían las redes sociales. Esa sería la carencia que se le podría objetar. Por eso, para nuestro gobierno, como cualquier otro obsesionado con el control de la información y la “fabricación de la verdad”, es muy importante controlar las redes de una forma sutil y con esas mismas armas “espirales”. Así, vemos como se califica como “bulo” todo aquello que le resulte incómodo. Para ello se crean “empresas” encargadas de decidir lo que es y lo que no es un bulo y que, casualmente, nunca analizan ni califican las informaciones procedentes de medios afines al gobierno o las afirmaciones del propio gobierno, para quien trabajan. Y en esas están. Se crean especies de “observadores chivatos” al servicio de la causa, como los CDR`s cubanos, esos que vigilan a los “desviados” y a los que se atreven a cuestionar las consignas oficiales. Y para mí lo mas incomprensibles es que a esta “causa” se presten personas y “personajillos” a los que se les supone un cierto nivel intelectual y de formación. Personas que, aún formando parte de la clase privilegiada burguesa, se transmutan en defensores del “proletariado”, con el que no tienen el mas mínimo roce, ni la mas mínima identificación, en un afán por hacerse perdonar “no se qué pecados” personales y familiares.

 Esto me recuerda cuando a finales de los “noventa”, la pequeña burguesía intelectual venezolana respaldó al “militar golpista” Chávez, como forma de hacerse perdonar el haber formado parte de los que se habían aprovechado del Régimen democrático y corrupto, encabezado en primera instancia por el socialista Carlos Andrés Pérez, (destituido por una acusación judicial irregular) y posteriormente por Rafael Cardera (este indultó a Chávez, condenado por el Golpe de Estado de 1992). Respaldaron a un “golpista con piel de cordero” y todavía hoy ellos, toda América y España lo estamos lamentando.

 Es muy importante “no callarse”, pensar libremente y manifestar la discrepancia. Solo así se puede romper y vencer la «ESPIRAL DEL SILENCIO» con la que nos quieren subyugar con la complicidad de muchos. Solo así salvaremos el régimen democrático y de Libertad que consagra nuestra Carta Magna.

«¡Basta de silencios!¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!» _Santa Catalina de Siena.

Luis Faraco Roldán

domingo, 12 de abril de 2020

LA CENSURA SANCHISTA COPIA A LA FRANQUISTA.

Afortunadamente la mayoría de los ciudadanos españoles de la actualidad no vivieron el «franquismo», aunque para nuestra «casta política zurda» es como si Franco estuviese en todos lados, como Dios.

 Los que «peinamos canas abundantes», aunque éramos niños aquel 20-N de 1975, recordamos como una aventura, las múltiples formas como se sorteaba la «censura franquista», quizás porque a esas alturas, el Régimen ya sabía que era inevitable una evolución hacia la Democracia. Lo que no podíamos ni imaginar era que tras 45 años de democracia nos veríamos sometidos a la misma «censura franquista», en este caso «censura sanchista» apoyada y respaldada por los neo estalinistas de Podemos y por «la clac progresista y cultural». 

 Miren ustedes, lo que decían los manuales de los «censores» de aquellos oscuros tiempos era que «El censor debía ver si la obra atacaba de alguna forma al dogma, la moral, la Iglesia o sus ministros, al Régimen y sus instituciones, a las personas que colaboraban con el Régimen,…». Vemos como los prebostes de entonces, al igual que ahora,  porque ese es uno de los peores rasgos de todos los totalitarismos, consideraban que la cultura, la libertad de expresión y pensamiento son un peligro». Aunque hay una diferencia de entonces a ahora, porque Franco no era muy generoso con el «dinero público». Ahora, a los artistas y algunos escritores, así como a la prensa y las televisiones, se les «untan generosamente» para que «se adhieran voluntariamente» a la censura gubernamental, y además de la forma mas rastrera e indigna posible, mediante la «autocensura» a cambio de «treinta monedas de plata», cual Judas Iscariote de la democracia. 

 Igual que ahora recordamos aquellos tiempos tristes en color sepia, en el futuro estos tiempos actuales, porque volveremos a recuperar la Democracia, no lo duden, los recordaremos como los mas tristes del siglo XXI, cuando lo mas florido de nuestra sociedad perdió el norte de La Libertad y se plegó, vendiéndose, a unos «pequeños tiranos» (pequeños por su nivel intelectual) en una actitud miserable y cobarde y, estoy seguro que por mucho que se quieran blanquear en el futuro, ni ellos mismos serán capaces de perdonarse ni hacerse perdonar por lo que están haciendo hoy. Y lo peor es que se están utilizando los mismos argumentos del Régimen franquista y de cualquier régimen totalitario del siglo XX, cuando se pedía «adhesión inquebrantable al Régimen» para acceder a cualquier puesto, ayuda o subvención.

 Ayer leíamos en Europa Press que El Gobierno monitoriza redes sociales para comprobar discursos “peligrosos” y “campañas de desinformación”. Es decir, siguen emulando a Franco y su pánico y persecución a la «conspiración judeomasónica y comunista». Yo no entiendo como se pueden poner en ridículo de esa forma tan patética. En el comunicado de prensa, nuestro Ministro del Interior y ex juez Fernando Grande-Marlaska (apellido compuesto, aunque cambiado por él, lo que nos dice algo sobre su personalidad y pretensiones), nos dice que esta destinando recursos humanos y materiales a «perseguir» estas malas acciones en las redes sociales.

 Lo dicho anteriormente, cuando todo esto pase algunos van a necesitar un gran esfuerzo para limpiar sus redes de comentarios y acciones que los están dejando retratados frente a todos y nos están mostrando «en manos de quienes esta el gobierno de España».

 Tenemos un gobierno dividido entre socialistas blandos y temerosos, cual «mencheviques» modernos y «bolcheviques del tres al cuarto» que amenazan a los españoles, a los que tendrían que defender y proteger, con expropiaciones y confiscaciones y enarbolando la Constitución (artículo 128), como si la Constitución fuese la Carta de un Restaurante y que se pudiera elegir unos artículos si y otros no. Como si esa misma Constitución del 78 (la que los que la utilizan quieren destruir) no consagrara el «derecho a la propiedad y la libertad de empresa», como si no consagrara la «Libertad de expresión, manifestación y pensamiento». Estos «enanos políticos y mentales» están cometiendo uno de los mayores «delitos democráticos» que puede cometer quien tiene «el monopolio constitucional de la fuerza», como podemos ver con el Ejercito y las Fuerzas de Seguridad en las calles y al servicio de la Autoridad. No se puede tener a un país «confinado» e incomunicado para aprovecharse de esa «debilidad social y política» de la ciudadanía para lanzar —«amenazas» y globos sonda en unos momentos en los que no se pueden «defender». Eso es «Autoritarismo totalitario» y conlleva una responsabilidad política y quizás penal.

 Y en medio de este panorama nos están imponiendo una «férrea censura» con el control de las redes sociales por los «nuevos censores» fieles al Régimen social comunista. Solo les falta hacer como en Cuba o China, intervenir y bloquear las redes sociales y sus contenidos (perdón, ya lo están haciendo), espiar los correos electrónicos, bloquear selectivamente las conexiones a internet y decidir quienes son «fieles al gobierno» y quienes «enemigos del régimen». En definitiva, les esta quedando un país y una democracia «preciosa».

 Pero yo no me callo.

“Nunca olvides que cuando estamos en silencio, somos uno. Y cuando hablamos somos dos”. __Indira Gandhi.

Luis Faraco Roldán


martes, 7 de abril de 2020

¿NUEVOS PACTOS DE LA MONCLOA O DE LA COBARDIA?

Según parece, cada vez mas claro, Pedro Sánchez quiere expulsar del gobierno a Pablo Iglesias y a Podemos. El cúmulo de deslealtades por parte del “vice” apareciendo en ruedas de prensa sin ser miembro de “Comité de Crisis”, saltándose reiteradamente la “cuarentena” a la que estaba obligado e incurriendo en “desacato y mal ejemplo” para un país obligado a permanecer encerrado no lo ha llevado el presidente nada bien.
A todo esto se suma el reiterado intento, por parte de Iglesias, de “asalto al Palacio de Invierno” al estilo bolchevique de 1917 que le ha ocasionado al presidente un enorme “descosido político y económico” tanto a nivel interno como, y sobretodo, a nivel exterior (Unión Europea y EEUU). ¿Cómo van a apoyar económicamente al Estado Español con la amenaza de todo un vicepresidente de expropiaciones forzosas al estilo bolivariano?. Esta amenaza, totalmente intencionada, ha provocado un movimiento de “desinversiones” en bolsa y deuda española y una elevación de nuestra, casi olvidada desde época de ZP, “prima de riesgo”. Y al mismo tiempo que esto ocurría, Pedro Sánchez, se ponía en ridículo apelando a la solidaridad europea y lanzando “torpes e inoportunos reproches” a los mismos a los que se les pedía solidaridad.
Es verdad que el articulo 128 de nuestra Constitución dice que "toda la riqueza del país esta subordinada al interés general”, pero también es cierto que el Tratado de Adhesión a la Unión Europea tiene rango de “bloque de constitucionalidad”, de la misma forma que lo son los Estatutos de Autonomía. Así pues, señores de Podemos, aplicar ese art. 128, por las bravas, supondría “de facto” un abandono de la Unión Europea, esa misma Unión a la que se le reclama solidaridad y ayuda económica. 
 Está visto y comprobado que “el populismo” no aprende ni de sus propios errores. En las elecciones griegas de enero de 2015, Pablo Iglesias participó en el cierre de campaña de Alexis Tsipras, diciendo aquello de “Juntos hasta la victoria. Podemos, Syriza, venceremos” emulando a sus referentes políticos, Fidel Castro y Chávez. Todos vimos a Yanis Varoufakis en Bruselas “chuleando” a los lideres europeos y exigiendo una condonación de deuda y un rescate que, seguramente se le hubiese concedido, de no ser por la chulería del greco-australiano y multimillonario ministro de economía griego. El resultado es conocido, la dimisión/destitución de Varoufakis, la reducción de mas de un 40% de las pensiones y sueldos de los funcionarios y el silencio absoluto del “Podemos griego” para siempre. Pero no aprenden.
Pues bien, Pedro Sánchez tiene miedo a tomar la decisión de remodelar el gobierno, destituir a los inservibles ministros de Podemos y plantear un gobierno de “Salvación” con la inclusión de Cs y PP, bien con políticos o con técnicos aportados por dichos partidos. Vistos los fracasos acumulados en esta situación tan grave que estamos atravesando y necesitado de inspirar confianza, tanto dentro como fuera, para encarar la inevitable, difícil y larga recuperación de nuestra economía después de superada la pandemia. Por eso ha planteado unos “nuevos Pactos de la Moncloa”, sabiendo de antemano que ningún partido, ajeno a los extremistas e independentistas con los que pactó su investidura, lo va a respaldar sin la necesaria salida de Podemos del gobierno. Pero, Sánchez, quiere que sean los otros quienes se lo exijan para el hacerlo “por exigencias de la derecha”. Es tristes pero es así. Tenemos al presidente mas “mediocre” y mas “cobarde” en el momento mas grave de nuestra etapa democrática y un personaje así no merece llevar el timón de esta nave que es España porque no nos llevaría a buen puerto. A un presidente se le debe exigir, ideas claras, valentía y seriedad en unos momentos como los actuales. Otra cosa es que la oposición, ante la grave situación, no tenga otra alternativa que “ceder” a respaldar a ese hipotético gobierno, con Sánchez a la cabeza pero con “fecha de caducidad”.
«Un cobarde es incapaz de mostrar amor; es la prerrogativa de los valientes». (Gandhi).

Luis Faraco