jueves, 9 de agosto de 2012

¿CRISIS ECONOMICA O DEL SISTEMA?

  En esta serie de re-publicaciones de artículos de mi "añorado" periódico EL CONDADO SEMANAL, hoy le toca el turno a uno publicado el día 25 de Abril de 2.008 (¡como pasa el tiempo! 4 años y 4 meses!).
 Antes, en el año 2.007, escribí que ahora que no teníamos la peseta como moneda nacional y no podíamos devaluarla para aumentar nuestra productividad y abaratar nuestros productos para exportar, solo podíamos devaluar los salarios y los beneficios empresariales.
 Sesudos economista, intelectuales y políticos profesionales se burlaron de esta idea, quizás por proceder de alguien que no estaba avalado por ningún titulo, partido, sindicato o institución de estudios de alto copete. Pero mira por donde, hoy, 5 años después, viene el Banco Central Europeo y dice exactamente lo mismo, que tenemos que reducir beneficios empresariales y salarios, especialmente los del sector público. También dice esta institución que si la Reforma Laboral aprobada por el actual Gobierno se hubiese aprobado hace 5 años no habríamos llegado a los índices de destrucción de empleo que hemos llegado.
 ¿Saben ustedes cual es el problema mas importante que tenemos en Europa y especialmente en España? pues que tenemos los peores dirigentes que hemos tenido en la historia, al menos desde principios del siglo pasado. No tenemos hombres de estado, ni siquiera hombres que sepan utilizar el sentido común. Estamos gobernados, en todos los estamentos, por individuos que solo miran por su interés electoral o profesional. Por esa razón, los políticos temen tomar medidas impopulares y los profesionales temen proponérsela a los políticos, por el miedo a perder sus trabajos y altos sueldos. ¡Y así nos va!.
 Hay que reinventar el sistema. Este sistema ha muerto y cuanto antes lo enterremos, antes empezaremos a ver el futuro con mas claridad. Ya no es posible seguir hablando del "estado del bienestar" porque es un lujo que no podemos pagarnos. Hay que reducir el numero de cargos políticos a todos los niveles institucionales, hay que eliminar el Senado, las Diputaciones y todos los Ayuntamientos menores de 5.000 habitantes. Que las Comunidades Autónomas sirvan para prestar servicios y no para "enchufar" a los allegados y correligionarios. La Administración tiene que estar a nuestro servicio y no suponer una carga de "privilegiados" para los ciudadanos. Es vergonzoso que tras décadas de Estado de las Autonomías, los ciudadanos las veamos como "Reinos de Taifas" que pueden acabar con el Estado Democrático, igual que las Taifas acabaron con el Califato.
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Este era el articulo:

 Vivimos una de las peores crisis económicas de la historia del sistema capitalista.

 Muchos dirán que esta es una afirmación demasiado contundente, otros me acusarán de catastrofista y de mil cosas más. No me importa. Yo voy a expresar mis argumentos. Acertados o equivocados, pero son mis argumentos.

 ¿Cómo hemos pasado de vivir en un “mundo perfecto” a esta negra situación en solo meses? Esta es la primera situación de me lleva a afirmar lo que digo en el titulo. Los últimos estertores de cualquier ser vivo, de cualquier sistema, son los que manifiestan de manera exagerada las características del sistema que está muriendo. Hemos vivido una década en la que han confluido todas las características del “capitalismo salvaje”. Un “consumismo” irracional y vehemente, un endeudamiento asfixiante de las familias, unas instituciones financieras insaciables, unas empresas que pensaban que la expansión seria eterna y unos gobiernos dedicados a gastar a manos llenas los impuestos abusivos que cobraban a diestro y siniestro.

 En una sociedad sin “valores”, en la que el único Dios es el dinero, en la que “tanto tienes, tanto vales”, en la que las empresas son valoradas por los beneficios económicos obtenidos, sin tener en cuenta como han sido obtenidos, en la que cualquier empresario ha vivido de la explotación de mano de obra “miserable” de países subdesarrollados, en la que solo importaba el “tener” y para nada el “ser”. En una sociedad de este tipo, solo se puede caminar hacia el abismo.

 Este sistema, afortunadamente moribundo, está basado en que “LA GENTE COMPRA MUCHAS COSAS QUE NO NECESITAN, CON UN DINERO QUE NO TIENEN”.

 Para satisfacer esas necesidades ficticias hay que producir bienes y servicios de baja calidad y bajo coste y mediante la inducción al “consumismo” se venden con unos márgenes enormes. Con eso se obtienen grandes beneficios, parte de los cuales van a los gobiernos en forma de impuestos, y se potencia el endeudamiento en vez del ahorro. Una pieza fundamental del sistema son los bancos y demás instituciones financieras. Son los encargados de financiar esta desgraciada mentira, este espejismo de riqueza. Y lo hacen desde una posición privilegiada. Amparados en la idea de que ningún país puede dejar hundirse a su sistema financiero, resulta que cuando los beneficios son escandalosos parece que todo funciona a la perfección, sus dirigentes son súper inteligentes, pero en cuanto sus cuentas se resienten por haber concedido dinero sin criterios de prudencia y profesionalidad, recurren al Estado en busca de ayuda. En este sentido y salvo honrosas excepciones, merecen una mención especial las Cajas de Ahorros o “Montes de Piedad”. Unas instituciones creadas para captar y distribuir el dinero de las clases desfavorecidas y que se han convertido en refugio de políticos en paro y fuentes de financiación oscura de partidos políticos. Unas Cajas de Ahorro que han financiado empresas próximas al poder y tapaderas especulativas de dudoso origen. Que al calor del boom del “ladrillo” han concedido préstamos con un dinero que no era suyo y que ahora tienen problemas para recuperar.



 Con estos ingredientes, hemos entrado en un “círculo vicioso” del que difícilmente se puede salir, y menos con un gobierno “cobarde” que ni siquiera admite la existencia de la crisis. Un gobierno que cree que una “pulmonía” se puede curar con aspirinas y mirando para otro lado.

 Hasta ahora solo he planteado el problema económico, pero detrás está el drama social. En un año, cuando acaben las obras que todavía están ejecutándose podemos encontrarnos con un millón de parados más, muchos de los cuales son inmigrantes “ilegales”, que no tienen ni derecho a paro y que sin embargo tienen que comer. Con estos ingredientes la delincuencia puede dispararse. No hay ningún sistema económico que resista esta situación que se nos viene encima.

 Los políticos, los economistas y demás mentes pensantes, supongo que tendrán que exprimirse el cerebro para encauzar el problema y en poco tiempo. Si no es así el sistema capitalista que hoy conocemos saltará en pedazos y, al menos a la vista, no tenemos un sistema alternativo creíble. Los demás, como el comunismo, hace años que fracasaron. El capitalismo está a punto de morir de éxito. R.I.P.

LUIS FARACO ROLDÁN

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