Lo que se está viviendo en la política en general, y en España en particular, es el dominio de la "POS VERDAD", que no es otra cosa que la normalización de la mentira con fines espurios y en interés de unos pocos, con la complacencia vergonzante de una sociedad "pasiva" y "domeñada" que ha renunciado al trabajo y a la lucha como formas de conseguir un futuro, un futuro mejor. Esa es la razón social, con sus consecuencias económicas, de que estemos ante la primera generación que va a vivir peor que sus padres y sus abuelos y, además, no podrá culpar de ello a nadie mas que a si mismos.
Que tengamos un gobierno y una izquierda presumiendo de "feminismo" y al mismo tiempo defendiendo a Begoña Gómez y a su familia, sabiendo que han vivido y se han enriquecido con el negocio de la prostitución, tanto femenina como masculina, es fruto de este desquicie y esta esquizofrenia política y populista que, primero fabrica tensión social, luego división social para crear enfrentamiento social y finalmente levantar un muro que impida a los ciudadanos pensar y que simplemente se adscriban a uno de los BLOQUES enfrentados que haga imposible el discernimiento y consecuentemente la LIBERTAD de pensamiento y elección.
Esta fórmula no es nueva, es la misma que crearon, primero en el siglo XIX los nacionalismos étnicos, lingüísticos y raciales (alemanes, catalanes, vascos, etc...) y luego en el siglo XX las ideologías excluyentes, siniestras y asesinas (comunismo, fascismo y nazismo) con las consecuencias ya conocidas de dos guerras mundiales con decenas de millones de muertos, de los que parece que hemos aprendido muy poco, a tenor del renacer de los mismos comportamientos, un siglo después.
Pero volviendo a lo que nos concierne, "la prostitución y el patriarcado están intrínsecamente ligados, ya que el sistema patriarcal, que históricamente ha otorgado poder y control a los hombres, normaliza y perpetúa la explotación sexual de las mujeres a través de la prostitución". "La prostitución se considera una manifestación de la dominación masculina, donde las mujeres son vistas como objetos sexuales disponibles para el consumo masculino, y donde las dinámicas de poder desiguales del patriarcado se reproducen y refuerzan". Y en ese mudo "patriarcal" de explotación de mujeres y hombres vivió y se enriqueció el suegro, la esposa y, finalmente el propio Pedro Sánchez. Algo vomitivo, repudiable y condenable si el que lo hubiese hecho fuese de centro o de derecha, pero la izquierda fabrica “su propia ética” a conveniencia y por eso no ha habido ni una sola voz, desde EH Bildu o ERC, pasando por Podemos, Sumar o Izquierda Unida y llegando al PSOE que haya manifestado su más mínima repulsa por este negocio deplorable, a todas luces. Lamentablemente, en ese grupo de partidos que han “vendido su dignidad y su ética” también hay que incluir a los “ultraderechistas” PNV y JUNTS. “todo sea por los euros y los privilegios de unos españoles sobre otros españoles”.
Por un momento, deberíamos preguntarnos a nosotros mismos que estarían diciendo todos estos lideres y lideresas de la izquierda y la ultra izquierda si Begoña Gómez fuese la esposa de Abascal o de Feijoo y se hubiese enriquecido con la “explotación patriarcal de jóvenes de ambos sexos”, con una ingente cantidad de dinero NEGRO, sin declarar al fisco y además utilizando esos establecimientos para vigilar, espiar, grabar y chantajear a sus clientes, en beneficio propio y de unos servicio policiales franquistas. No hay que olvidar la adscripción política de Sabiniano Gómez, suegro de Pedro Sánchez, al Frente Nacional y a Fuerza Nueva, nostálgicos del “FRANQUISMO” más recalcitrante.
A todos esos hipócritas políticos les quiero dedicar una frase del sabio Aristóteles: “No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto”.
