jueves, 7 de noviembre de 2024

EL TRIUNFO DE TRUMP LO IDENTIFICA MAS CON SANCHEZ QUE CON FEIJOO.


Hay gente a la que le ha extrañado la rapidez de Sánchez en manifestar su felicitación a Donald Trump. Todo lo contrario de lo que hizo ante el triunfo de Milei en Argentina, al que todavía no ha felicitado, después de once meses, ni le ha dirigido la palabra. Pudiera parecer un “contrasentido” pero tiene mucho más sentido del que parece.

 

 Desde el punto de vista de la carencia de una formación humanística y una cultura, el parecido es mucho mayor entre Sánchez y Trump que entre Sánchez y Milei. Tengan en cuenta que Sánchez es doctor en economía porque le hicieron el plagio en el Ministerio de Industria de Miguel Sebastián, a instancias de Pepiño Blanco que estaba preparando una cohorte de ”aprendices de Zapatero” para un futuro próximo del PSOE y evitar, así, que volvieran a surgir liderazgos carismáticos al estilo de González, Guerra, Escuredo, etc.…

 

 Hay que recordar que, según la RAE, “plagio” es “la copia de obras ajenas haciéndolas pasar por propias” y en el ámbito académico, “usar palabras o ideas de otras personas como si fueran propias”.  Todo eso se demostró en la Tesis Doctoral de Pedro Sánchez, que en cualquier país hubiese supuesto su dimisión y su condena al mayor “ostracismo”, pero ya vemos que en España hasta se premian.

 

 Por el contrario, Milei, hijo de un conductor de autobuses, del que sufrió maltrato, estudió matemáticas y se licenció en Economía, con una nota media de 9,43. Comenzó a trabajar mientras estudiaba y posteriormente ha sido economista de diversas entidades financieras y catedrático de economía de distintas universidades argentinas y extranjeras. Nada que ver con la vida y educación “burguesa” de Pedro Sánchez, que nunca tuvo que sufrir por nada. También en eso se parece más a Donald Trump que es Bachiller en Economía y que, como Sánchez, ya su padre era empresario cuando nacieron. Nada que ver con la clase trabajadora.

 

 Pero la característica que más identifica a los presidentes español y americano es su populismo y su falta de respeto a las normas básicas de la democracia, así como a las instituciones que representan la división de poderes. Donald Trump ha ganado y va a ser presidente cercado por la justicia, exactamente igual que Pedro Sánchez, que tiene imputada a su esposa, a su hermano, a su mano derecha en el partido y el gobierno, al su Fiscal General y a un sinfín de “asesores”, amigos y socios de sus familiares más próximos.

      

 Ambos han demostrado sobradamente su desprecio a las normas fiscales y legales. En el caso de Sánchez, obligando a la Ministra de Hacienda a forzar a sus subordinados para emitir informes favorables a su hermano y obstaculizando a los Jueces en su trabajo, utilizando a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado, al servicio “vergonzoso” de su familia y su persona.

 

 Ambos, Trump y Sánchez, desprecian la democracia y a los votantes y basan su programa electoral y de gobierno en crear crispación y enfrentamiento entre los ciudadanos, levantando muros, imaginarios o reales y otorgando carnets de buenos o malos ciudadanos, según su conveniencia y sus intereses.  

 

 Así pues, estamos ante el triunfo de los mediocres, de los autócratas, de los indocumentados intelectuales y éticos. Estamos ante dos gobernantes que desprecian la Leyes, empezando por la Constitución, que presionan y amenazan a los jueces y que cuestionan las decisiones judiciales, tratando de ejercer una supremacía, antidemocrática, del poder ejecutivo sobre el judicial y el legislativo. Lo que sea con tal de imponer su criterio y, lo que es peor, su interés personal.

 

 Digo y escribo esto porque a mucha gente le ha extrañado la frialdad de la felicitación de Feijoo frente al alborozo manifestado por Sánchez. Si lo piensan bien, la explicación es mas de actitudes que de ideas políticas, en el caso de que las tengan.

 

 Finalmente, muchos me han preguntado “¿por qué han subido todas las bolsas europeas menos la española ante el triunfo republicano?”. La respuesta está relacionada con lo anterior y, además, con la responsabilidad del IBEX35 en el ascenso y posterior mantenimiento de Sánchez y su Frankenstein en el poder. La mayor parte de las empresas han colaborado gustosamente con este gobierno, hasta que su afán confiscatorio de recaudación ha empezado a hacer mella en las cuentas de algunas de ellas (financieras y energéticas). Lo peor de esta postración es la pérdida continua de ”competitividad” de nuestras grandes empresas y el espejismo del crecimiento de la economía nacional, basada en el consumo, sobre todo público, por el enorme incremento de recaudación fiscal. Ahora, esa falta de competitividad, unida a los futuros aranceles americanos, van a mermar el crecimiento de nuestras empresas, amén de haber desmantelado a sectores importantes, como el automóvil, la energía nuclear, etc.

 

 Ya se sabe que la bolsa se anticipa, al principio de forma exagerada y general, el futuro de nuestra economía, pero después se van a producir ajustes al alza y a la baja en los distintos sectores y algunos van a entrar en crisis de forma irremediable. Pagarán su sometimiento a las políticas populistas de la izquierda gobernante.

 

 Decía Nikita Kruschev: “Los políticos son iguales en todas partes. Prometen construir un puente incluso donde no hay rio”.

 

LUIS FARACO.